Getafe Frontal / edición nº 167
viernes 22 de junio de 2012 / de diez a once de la mañana
Desde la tarde del viernes 22 y hasta el domingo 24 de junio, el denominado Mercado de La Pepa quedará instalado en los aledaños de la estación Getafe Central, la calle Ramón y Cajal (la del Teatro Lorca), el Paseo Pablo Iglesias y el Parque cercano a los Escolapios.
La excusa es el bicentenario de la Constitución Española de 1812, la realidad promete un batiburrillo de artesanía, cartón-piedra y artículos de un Todo a Cien orientado hacia la venta de comida rápida y souvenirs varios que bien podría corresponder a una temática medieval, futurista u oriental. Es decir, decenas de puestos de Hostelería, Alimentación y Artesanía (con talleres de exhibición)
Pero que la anécdota no distraiga del hecho: Hace doscientos años las Cortes Generales de España, reunidas en Cádiz (en pleno asedio a cargo de las tropas francesas, superpoblada con refugiados y con una epidemia de fiebre amarilla), promulgaron la Constitución de 1812, conocida popularmente como La Pepa debido al día en el cual fue rubricada. Su vida fue breve, seis años divididos en tres períodos, un coitus interruptus pero destacado pues el texto establecía la soberanía de la Nación (no del rey o Reina de turno), la monarquía constitucional, la separación de poderes, la libertad de imprenta, la abolición de los señoríos o representatividad para la población de América en un primer boceto del federalismo ("La nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios").
Entre los peros, la prohibición de otras confesiones que no fueran la Católica, la falta de reconocimiento de derechos para las mujeres, el mantenimiento de las colonias o de la institución monárquica. La Constitución de la Segunda República significaría el salto adelante hacia la modernidad y la del 78, a su vez, trajo consigo algunos saltos atrás. Ah, el cuadro que ilustra estas líneas fue pintado por Salvador Viniegra ("La promulgación de la Constitución de 1812", Museo de las Cortes de Cádiz).
El trayecto musical tendrá paradas en la tacita de plata, la España afrancesada y los virreinatos de América.